30 de Julio de 2012
Las autoridades de la ciudad de Dar es Salaam construyeron el Centro Comercial de Machinga con un préstamo de un banco de inversión, a un costo aparente de 71 millones de dólares. Fue diseñado como un centro para pequeños almacenes. Es un verdadero elefante blanco – 3 edificios de 5 cinco pisos, con puestos de ventas semejantes a jaulas, en filas estrechas. Aparte de los puestos de ventas situados afuera en la planta baja, ocupados por comerciantes que venden maletas y tela Kanga, el resto de centro está prácticamente vacío. Fue inaugurado hace 2 años y esta basado en un diseño chino.
Frente al campo de fútbol está situado el verdadero mercado de la ropa local de Kanga – el piso es de tierra, los techos son de hierro corrugado con goteras y los puestos de venta son bancos de madera, construidos por los vendedores. No hay espacio para almacenamiento, de modo que los comerciantes alquilan lugares en las casas cercanas. Se hace buen negocio y muchos de los miembros de la cooperativa pueden pagar de las ventas las pensiones escolares de sus hijos. La cooperativa Kanga cuenta con 200 miembros y elige a su consejo democráticamente cada año.
Anton, el presidente de la cooperativa y Secretario de la sucursal de TUICO (Unión de Trabajadores Industriales y Comerciales de Tanzania), comentó que nunca se les consultó sobre el nuevo mercado. “Es muy caro – están cobrando Tz $ 60.000 por mes y los puestos son demasiado pequeños. No cumplen con nuestras necesidades y ningún cliente va a subir las escaleras para comprar nuestra tela” manifestó.
Otras personas han comentado que deben cambiar el diseño de los puestos de venta y establecer un mejor transporte público que vaya hasta el centro comercial.
Un poco más lejos está situado el mercado de ILala donde se vende ropa usada y verduras. Los miembros de la cooperativa también son miembros de TUICO y tienen los mismos comentarios – “No podemos trasladarnos allá porque es demasiado caro – aquí pagamos $ 200 por día. La gente no quiere subir cargas pesadas de ropa, y no hay transporte. Este mercado está aquí porque está cerca de los autobuses que salen de la ciudad y los vendedores pueden llegar fácilmente y llevar sus productos a los buses con facilidad”.
Atrás del puesto de venta de ropa usada, está un mercado informal de fruta y verduras. Representantes de TUICO y StreetNet se reunieron con los vendedores de cocos de la cooperativa de Cchawana, que es también miembro de TUICO; y la cooperativa de vendedores de verduras, quienes se quejaron de los acosos por parte de los oficiales. “Solíamos trabajar cerca del principal mercado central en Kariakoo. Pero la policía nos desalojó de allí, por esa razón nos trasladamos aquí. Nos permiten realizar nuestras ventas de 6 a.m. hasta las 10 a.m. Cuando la policía toca el pito, nosotros tenemos que salir. Queremos tratar de conseguir más horas, queremos vender todo el día. La policía a menudo está incorrecta – deberían cobrarnos Tz$200 por día, pero algunos días nos piden más, puede ser hasta TZ$1000, o de lo contrario nos quitan la mercadería. “La policía hace las cosas muy difíles para los vendedores ambulantes”, expresó uno de los vendedores de aguacates.
“Es triste pensar en los beneficios que podrían haber obtenido más de 50.000 vendedores ambulantes y del mercado en Dar si habíesen sido consultados sobre sus necesidades antes de invertir en un edificio que nadie quiere ni lo utilizan. Si las autoridades de la ciudad hubiesen escuchado, como dice el lema de StreetNet: “¡Sin nosotros, nada para nosotros!”, comentó Nora Wintour, la Coordinadora de Campañas de StreetNet