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Namibia: Los Comerciantes Informales son invalorables para la Economía

por Jackson Mwalundange

NAMIBIA es un país de economía doble, con sectores formal e informal. El sector formal se caracteriza por un gran desembolso de capital, la estructura formal, y la documentación de las entidades comerciales.

Se incluyen en las estadísticas económicas de la nación. Las entidades del sector informal, por otra parte, son pequeñas, en su mayoría sólo una persona, y sin estructuras formales ni documentación. Casi no constan en las estadísticas nacionales y, por lo tanto, su papel no es reconocido.

Esto forma la visión que el gobierno tiene de ellas – la escoria de la tierra, de ahí que tienen lugar las frecuentes “batallas” contra los vendedores ambulantes y otros comerciantes informales por parte de las autoridades locales en Rundu, Oshikango, Ongwediva, Oshakati, Outapi, Windhoek y otros lugares.

Una visión superficial verá la pobreza extrema entre los pueblos de comercio informal, pero no se dan cuenta que es ahí donde el desarrollo avanza más rápidamente. Sin la venta informal no existirían tantas empresas formales, por ejemplo en Katima Mulilo, Rundu, Eenhana, Ondangwa, Omuthiya y Katutura. ¿Cómo promueve el desarrollo el comercio informal? Tomamos como ejemplo Rundu.

En Rundu, la gente (en su mayoría con poca o ninguna educación formal) obtienen productos de la naturaleza. Estos pueden ser frutas, cultivos, hortalizas, carne y madera. Estos productos son convertidos en dinero en efectivo en las veredas de las calles y en los mercados abiertos. Esto crearía la demanda de productos manufacturados, servicios bancarios y de otro tipo. Las cadenas de tiendas, bancos y otros proveedores de servicios perciben la situación y responden a la demanda. Ellos proporcionan empleo y, por lo tanto, aumenta la demanda de productos y servicios de los sectores formal e informal. Si no fuese por la acción desinformada de la autoridad local de deshacerse del sector informal, ambos sectores coexistirían y crecerían juntos, proporcionando más puestos de trabajo, lo que lleva a una mayor demanda y a la creación de más entidades formales y servicios públicos. Se construirían nuevos edificios, carreteras, puentes, líneas eléctricas y de comunicación, y el desarrollo y crecimiento estarían en pleno auge.

La falta de comprensión lleva al sector formal a presionar a los gobiernos locales a marginar o cerrar en lo posible, las entidades del sector informal, lo que arroja a miles de personas al desempleo y pone la carga en los trabajadores del sector formal, lo cual les empobrece hasta alcanzar el punto de equilibrio de la pobreza, hasta que nadie tendrá la capacidad de escaparla. Muchos productos y servicios pasan a ser un lujo y la nueva comunidad empobrecida se concentra solamente en las necesidades básicas, lo que obliga a muchos proveedores del sector formal a cerrar sus negocios y aumentar el número de desempleados y, por último, retroceder el proceso del desarrollo.

El desarrollo de los pueblos y ciudades es mínimo sin mucho comercio informal, y generalmente se limita al sector público. Tal es el caso en Karasburg, Keetmanshoop, Berseba, Gibeon, Talismanus, Khorixas, Divundu, Kongola, y Ngoma, entre muchos otros.

Muchas personas, incluido el gobierno, consideran que Katutura es una de los suburbios más pobres de Windhoek. Ellos piensan que Khomasdal o Windhoek West están en una mejor situación. Este punto de vista sería acertado si prosperidad significaría vivir en una gran casa amurallada que quita, no los pecados, sino más del 40 por ciento de sus ingresos con la hipoteca o el alquiler. Este punto de vista también sería acertado si prosperidad significaría conducir un coche comprado con un préstamo bancario a alto interés. Una persona en esa situación no puede ahorrar. Los bancos y locales de venta al público se darían cuenta de esta situación y mantendrían su distancia de dicha persona.

Si bien es cierto que los bancos y los minoristas, normalmente, sólo abren sus puertas donde hay suficiente poder adquisitivo, por lo tanto debería ser verdad que Katutura tiene tal poder. Shoprite abrió cuatro supermercados allí. Pick ’n Pay tiene uno. Woermann Brock tiene más. Todos los bancos tienen sucursales en Katutura, el FNB y NamPost cuentan con dos sucursales cada uno.

En Katutura, los comerciantes informales depositan grandes sumas de dinero en sus bancos, lo que atrae a los bancos. En Khomasdal, los trabajadores tienen sueldos altos que sus empleadores depositan en los bancos de la ciudad. Ellos tienen muy poco dinero, si lo tienen, para depositar. Los bancos perciben esto e instalarían cajeros automáticos para los retiros de dinero en lugar de abrir sucursales. El escenario de Katutura se repite en otros pueblos dominados por los micro-productores que se extiende desde Katima Mulilo a Outapi.

Si el comercio informal es un actor económico importante, ¿por qué el gobierno lo margina? En general, el gobierno se fija en las estadísticas, según las cuales Karas fue vista como la región más rica y Kavango y Ohangwena las más pobres. Los diamantes y el pescado de Karas figuran muy bien en las estadísticas, pero son inaccesibles para los ciudadanos locales, mientras que los productos autóctonos informales como eembe, eenyandi, hoodia, gusanos mopani, caupí, maguni, nueces de bambara, y el vino de marula no figuran. Esto es lo que omiten el gobierno y sus asesores.

Debido a estos productos informales, un padre en Kehemu en Rundu puede fácilmente enviar sus hijos a la universidad, mientras que su homólogo en Karasburg lo hace con dificultad. Esto también puede explicar por qué se encuentran menos estudiantes de Karas en nuestras instituciones de educación superior en comparación con otras regiones.

Además, no se ve a los comerciantes informales entregándole un cheque al recaudador de impuestos. Lo que él no se da cuenta es que con mayores ingresos, los micro comerciantes pagan más IVA en los puntos de venta oficiales, lo que incrementa los ingresos del presupuesto nacional y, por lo tanto, reduce el déficit de los N$ 7,5 mil millones, así como la deuda nacional de N$32 mil millones. Si pudiésemos apreciar el papel desempeñado por los comerciantes informales y darles una oportunidad, veremos aumentar la producción, el empleo y la disminución del déficit y la deuda nacional.

  • Jackson Mwalundange estudió el Desarrollo Económico del Tercer Mundo en Trinity College y Administración de Empresas en la Universidad de Hartford. Su participación con IMLT y FFF en toda Namibia contribuyó a su exploración y apreciación de los sistemas económicos de las diversas comunidades de Namibia.

Proviene de www.allfrica.com

Namibia

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